jueves, 20 de septiembre de 2007

REVISTA Nº 05 - AÑO 2004


EDITORIAL



Bernal, pueblo elevado a la categoría de Distrito, un 20 de setiembre de 1921, mediante Ley 542, firmada por el entonces Presidente de la República Augusto B. Leguía, cumple su 83 aniversario. Son 83 años que este pueblo inició un despegue sin precedentes organizando sus primeras autoridades, recayendo, el honor, en don Ernesto Agurto Arellano la primera Alcaldía.

El Centro Cultural “Amanecer Bernalense”, con este sencillo trabajo rinde homenaje a nuestro pueblo. De esta manera, también, nuestra institución vuelve después de algún tiempo, en el que no hemos perdido la fe en seguir aportando para que nuestro pueblo avance hacia un mejor destino. Si bien es cierto, no hemos activado en estos tiempos, siempre nos unió el amor hacia nuestro pueblo. Es por eso que volvemos con ganas de trabajar; prueba de ello son los carros alegóricos en el desfile central. Ya nos verán que, así como fuimos la primera institución juvenil cultural en la historia de Bernal, seremos los abanderados de forjar una línea de trabajo en bien de la juventud. Nos alienta la preparación de las nuevas generaciones que conducirán a nuestro pueblo.

Asimismo, queremos manifestarles nuestro compromiso de trabajar para que Bernal siga siendo un pueblo ideal y digno. No queremos ver a nuestro pueblo postrado en la delincuencia y en la contaminación y por eso queremos comprometer a las autoridades, instituciones y pobladores a no permitir que se instauren las malas costumbres en nuestro terruño. No permitamos que acá se reflejen las miserias de muchos pueblos que hoy se desangran con la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución y la delincuencia; por eso debemos cuestionar a quienes promuevan malas costumbres. Bernal es sinónimo de paz, buen ejemplo y cultura y jamás permitiremos que esto se pierda.

Muchos éxitos Bernal y sigue por esa senda de progreso, tal como lo soñaron tus primeros hijos.



TIERRA DE TRADICIÓN Y ENCANTOS NATURALES


Prof. Gustavo G. Guevara Gálvez



El suelo natal, la tierra ancestral, es poderoso argumento que sustenta el inequívoco sentimiento de afecto hacia la cuna primigenia que, como producto del natural proceso de reproducción humana, acoge a las generaciones que se van sucediendo en el devenir histórico de los pueblos. Sumado a ello, las características de su gente, le da el sello distintivo que sirve para exhibirlo orgullosamente y elevar la voz con matices de estentóreo canto mañanero, en un pretendido y comprensible afán de distinguirse entre los demás conglomerados humanos, identificados con nombre propio y que forman parte de una gran nación.

Esto ocurre con Bernal, pueblo enclavado en tierras de la histórica Comunidad Campesina “San Martín” de Sechura, cuyas gentes orgullosamente exhiben el legado de pueblo agrícola por herencia y tradición, donde siempre se produjo la mejor y más cotizada fibra de algodón Pima, que llenó de dinero a los acopiadores e industriales, aunque el agricultor bernaleño sólo le quedara deudas e insatisfacciones.

Los bernaleños, hombres y mujeres, siempre constituyeron una sociedad cultora de valores donde el trabajo, la honradez, la sinceridad, la solidaridad, la amistad, el respeto, el amor al prójimo y la legítima defensa de sus tierras, sirvieron para configurarlos como un pueblo respetable, digno de admiración e indómito ante las pretensiones de algún dictador de turno.

Es Bernal una tierra acogedora donde cada día enhiestos algarrobos y tamarindos mecen sus verdes ramas, para llenarnos de frescura y alegrarnos el alma, en cada amanecer, con el melodioso trino del “chilalo”, símbolo de resistencia a la vida en cautiverio. Que sosiego siente el campesino que, agobiado por la fatiga del duro trabajo en el campo, se cobija bajo las sombras y aplaca su sed con un refrescante trago del “néctar de los incas”.

Qué alegría sentimos cuando las bandas de músicos nos llenan con sus contagiantes melodías, especialmente en las noches de “retreta” y los estruendosos “surgidores” rompen el silencio para anunciarnos la celebración de alguna festividad religiosa. Cuánta alegría y emoción nos causan “Los Garibaldis” o “Raíces y Ritmos”, con sus populares danzas, entre la que destaca la danza de “Los diablicos”. Cómo nos encandilan los ojos los vistosos castillos de fuegos artificiales que, con sus luces multicolores, nos regalan magia, arte e ingenio de los maestros pirotécnicos. Qué gozo para el paladar y los gustos exigentes de quienes disfrutamos de un banquete fiestero con los sabrosos platos típicos de nuestras mujeres, expertas en el arte culinario.

Estas son sólo algunas de las poderosas razones que hacen de Bernal un pueblo muy acogedor, noble y generoso, “Capital regional del Carnaval”. Es por eso que todo aquel que nos visita ocasionalmente, siempre tendrá tentación de regresar. Por eso aquellos que no nacieron en esta tierra, y que alguna vez llegaron a ella, terminaron embrujados con las bondades de un ambiente sano, ecológico y ajeno a los vicios y problemas sociales de las ciudades. El cariño de su gente, su espíritu solidario y su afán de brindar siempre amistad sincera, hacen de Bernal un pueblo digno de vivir en él y compartir siempre los anhelos y deseos de superación, progreso y desarrollo.


PERFIL DEL BERNALEÑO Y LA BERNALEÑA


Jorge L. Tume Quiroga




La bernaleña es alegre, trabajadora, hacendosa, conversadora, respetuosa, experta cocinera y elaboradora de la chicha, participativa en actividades e instituciones, solidaria y humilde.

El bernaleño es alegre y bromista; por eso es el centro de atención y aceptación en las reuniones. Las anécdotas lo persiguen y lo que es un susto o mal momento para uno, es risa y broma para los otros. Algunas frases son de gente pintoresca que aún vive y otras se han ido quedando impregnadas en el lenguaje popular, a pesar que muchos de sus autores han muerto. Estas frases causan más gracia y hacen que la conversación sea más familiar. Frases como “social, dijo Eulogio”, “como dijo la palabra”, “no seas fatal, dijo Olmedo”, “así es el destino, dijo Negro Amalio”, “bonito tu tío, dijo el finado Julio Pingo”, “jodidazo, dijo Demetriadas”, “cholo no, dijo la quirra”, “por la recruja de su madre, dijo Chino Panta”, “olvídate, dijo el finado Capazote”, “que más que tuvo la tonta, dijo pellao”, “me vieras, dijo Salomón”, etc., le dan un carácter especial a las amenas conversaciones de los bernaleños.

Otra de las características del bernaleño es su hospitalidad y cordialidad. No por puro gusto somos "Tierra Noble y Generosa". Esto es quizá imperceptible por el propio lugareño, pero el visitante lo percibe. La cordialidad se aprende diariamente al departir momentos en armonía y amistad, sin altercados; al compartir la mayor parte del año en fiestas religiosas y sociales y al sentirse como una gran familia. Todo esto le hace ser servicial ante el forastero, generoso y desprendido con lo poco que tiene y sentir placer al atender. Con su franqueza y alegría ofrece sus variados potajes y su rica chicha de jora, que se sirve en los tradicionales "potos".

Sobre esto último diremos que, debido a la zona calurosa donde nos encontramos, el bernaleño tiene predisposición para aplacar en todo momento la angustiante sed. Diariamente se consumen grandes cantidades de chicha y clarito (jarras y bidones) Es muy dado a ingerir su chicha. Y el que no nace con esa inclinación aprende. Es parte de su sociabilidad tomar por el menor motivo. Una banderita blanca en una casa anuncia que hay chicha para vender y buenos piqueos para disfrutar y tal vez música (Cantaritos de Oro, Karibe, los Hayas, Los Bellkings) para disfrutar de la alegría. Tomar chicha tiene su rito, el de la amistad. Beber es un pretexto para la conversación.

El bernaleño es pacifista pero no cobarde; frente a la pasividad ante la vida, puede decirse que también es optimista. Esto le ha permitido salir adelante en cada prueba que el destino le ha puesto, como el enfrentar la falta de agua, las lluvias torrenciales por varios períodos y la falta de trabajo.

Es, tambièn, solidario. Cuando un vecino está en desgracia está presto a colaborar económicamente ante el llamado de la “emisora” o en alguna actividad benéfica.

Por último diremos que tiene arraigada religiosidad popular por costumbre y tradición. Es infaltable en la devoción a un santo, la participación en una celebración de alguna hermandad o sociedad o las sacrificadas peregrinaciones. ¡Pobre de aquel que le falte al Santo o la Virgen o que no participe de alguna fiesta, ya sea como mayordomo, devoto, obligante, o simplemente como “gorrero”!




RECUPERAR NUESTRA IDENTIDAD

Juan Tume Pingo



Bernal, a pesar de ser un pueblo Noble y Generoso, está perdiendo algunas costumbres que es necesario recordar para rescatar.
Deben saber los jóvenes que:


Cuando alguien moría, si era adulto, las campanas “doblaban” en señal de muerte, y si era un “angelito” las campanas “repicaban”, que era diferente al “doble”. Esto se debe retomar como un homenaje a nuestros difuntos.


Cuando se moría alguien, sus familiares, e ponían “luto”; pero diferente al actual. En el caso de los hombres, el luto consistía en ponerse un trozo de tela negra en el pecho y una franja en el brazo izquierdo, por dos años. Las mujeres llevaban vestido negro y se cubrían la cabeza y la cara con una manta negra. Fuera de la casa del difunto se ponía una linterna en señal de luto.



Cuando se estaba en los días previos al Viernes Santo se tocaba de noche las puertas de los Templos o casas abandonadas para que “salga el diablo”, correrlo y “no mate” a Diosito.


Cuando se acercaba la fiesta del 18 de enero, el 25 de diciembre, en el templo, después de la “Misa del Niñito”, se publicaba la relación de “parcialidades” (Sechura, Muñuela, Muñiquilá y La Punta) que les tocaba poner los arcos en las esquinas, cerca del templo “San Francisco”. Esta relación era de carácter obligatorio, ya que representaba la identidad de los pobladores de Bernal.


Como un culto de agradecimiento, cuando llegaba el agua por los canales, los agricultores “recibían” con voladores y repiques de campana lo que consideraban una ayuda de Dios, ya que tendrían agua para sembrar y cosechar. Además los niños no se “bañaban” en el canal hasta que pasen 3 días, mientras el agua “se limpie” y no les salga “granos”.


Antes los niños y jóvenes saludaban a los “mayores”. Si alguien no lo hacía cometía una falta grave y era considerado “burro”. Hoy el saludo ya no importa. Recuperémoslo como parte de nuestra cultura.


En carnavales, los yunceros ya no recogen las “cañas de frutas” para vestir al Yunce; ya no se recorre las calles del pueblo con hacha en mano, señal de que “llegó la hora de tumbar al Yunce”; incluso, en el último Carnaval, dos Yunces ya no sacaron al “Ño Carnavalón”.


Se han perdido algunas danzas como “Los 12 pares de Francia”, “Los Bernardos del Carpio”, “Los 7 caballeros”, “Las Saraguas”. Estas danzas tenían relación con las luchas entre “moros y cristianos” y duraban 3 días; los dos primeros se paseaban por el pueblo y en el último se desarrollaba la historia; empezaba a las 3 de la tarde y finalizaba a las 3 de la mañana. Cada danza tenía su historia y uno que aún lo conserva es don Antonio Pazo Tume. Aún viven algunos “danzantes” como don Gregorio Calderón Yenque y don Guadalupe Periche Tume.


Antes las abuelas enseñaban a sus hijas a tejer talegas, alforjas, mantas, etc. que les servían para el uso diario. Hoy usan bolsas plásticas. Incluso las madres, cuando iban a “dar a luz”, tejían ropa para el recién nacido (botines, chompas, gorros).


Antes los jóvenes mandaban saludos de “complacencia” por la emisora. Mandaban saludos a sus enamoradas a través de su signo zodiacal y les dedicaban románticas y antiguas baladas.




LA CULTURA BERNALENSE


Sonia Cherre Pingo




Hablar de cultura, en Bernal, es hablar necesariamente de una de las expresiones mas arraigadas de nuestro pueblo, que ha dado una gran muestra que la cultura va de la mano con su población.

¿Quién no recuerda a los ya famosos “Garibaldis” que fundara don Celedonio Loro Fiestas y que a pesar del tiempo transcurrido sigue siendo una de las danzas más representativas de nuestro pueblo?

Otras manifestaciones culturales han sido la estampa de “La Mariquía” y la danza de “Los diablicos”, que estuvimos a punto de perderla como oriunda de nuestra tierra, puesto que algunas instituciones educativas piuranas quisieron patentarla como suya, sin tomar en consideración a sus verdaderos creadores; felizmente existen personas interesadas en la conservación y difusión de nuestra cultura, quienes lograron evitar esta catástrofe cultural. Pero aún no podemos respirar tranquilos: si bien se evitó que esta danza sea patentada por otra institución, todavía no se han conseguido los 800 soles necesarios para poder inscribir a esta danza, ante registros públicos, como netamente bernaleña.

Otra de las instituciones culturales que tuvo gran arraigo y, que podríamos decir, marcó un hito en nuestra historia cultural fue “Amanecer Bernalense”, una agrupación que nace un 13 de julio de 1993 y que entre sus primeros integrantes tuvo a los jóvenes (en aquel entonces) Juan Paiva Ramírez, los hermanos Alberto y “Manper” Periche Antón, Teodomiro Tume Pingo “Miro”, Jorge Tume “el orejón”, “el loco” Lucho Huacasi, Adolfo Panta Loro “china” y su hermanito Jorge mas conocido como “Posú”, quien fuera su primer presidente. Ellos conformaban el Grupo Juvenil de la parroquia San Francisco, que al ser dejado de lado por el párroco de entonces, decidieron proyectar su talento a la difusión del arte y la música, formando una de las agrupaciones más importantes de nuestro distrito. No lo hicieron mal: ganaron el 1° lugar en el desfile de danzas folclóricas por la semana jubilar del Carnaval Piurano (1997); viajan a Huarmaca representando a Piura, compitiendo con Olmos y Jaén y de donde retornan triunfadores, después de la reñida final con Jaén; ese mismo año ganan el festival folclórico en Sechura y con el premio logran implementarse de los instrumentos para su labor artística. En 1999 obtienen el premio a la canción más popular en el concurso de canto regional de radio Cutivalú, con un tema que ellos mismos componen y arreglan y que fuera elegida por el mismo publico asistente.

Todo el éxito obtenido, sirvió para que muchos jóvenes se interesen en formar parte del grupo, y donde también las mujeres tuvieron aceptación, entre ellas encontramos a Socorro Martínez Bernal, Luz M. Tume Chunga, Socorro Vise, Griselda Herrera, Nelcy Tume, Asunción y Mónica Ruiz, Sara Chunga, entre otras, que demostraron que las bernaleñas también cuentan con un gran talento y necesitaban una oportunidad para demostrarlo.

Hoy en día, son tres los grupos culturales que se dedican a esta difícil pero gratificante labor: “Despierta Juventud”, que inició esta tarea en el año 96, “Pequeñas Estrellas”, al mando de la ex integrante de “Amanecer Bernalense” Socorro Vise y por ultimo “Raíces y Ritmos” que tantos lauros le ha dado ha nuestro distrito.

El engrandecimiento de nuestra cultura, sin embargo, merece el apoyo íntegro de nosotros en conjunto, aportar tanto económica como moralmente es un compromiso y un deber para seguir manteniendo esa calidad cultural innata que se ha forjado durante tantos años y que nos ha dado el título de “capital del arte y la música”.



ELLOS NOS ENSEÑARON A QUERER

Juan Tume Pingo


Todos festejamos nuestro 83 aniversario; pero son pocos los que se acuerdan de rendir homenaje sincero, fraterno y de respeto a quienes nos enseñaron a ser bernalenses. Son nuestros queridos ancianos, a quienes les debemos mucho porque ellos hicieron de Bernal un pueblo de respeto; por ello los debemos poner en el sitial que se merecen.
Están todavía con nosotros elementos valiosos que, si fuéramos metódicos, le preguntaríamos ¿qué los llevó a querer a este pueblo?, ¿a quienes educaron?, ¿qué ha hecho que Bernal sea cuna de grandes personajes? o ¿que hicieron para que todo aquel que llegara a Bernal se quedara para siempre? Un saludo efusivo a los siguientes antiguos bernaleños:

Máximo Chunga Paiva
Augusto Amaya Nunura
José Amaya Morales
Juan Martínez Flores
Juan Chunga Tume
Ermindo Chunga
Félix Chapilliquén Antón
Santos Chunga Coronado
Bruno Chunga Paiva
Juan Antón Nunura
Benicio Herrera Castillo
Ignacia Morales Aguilar
Lorenza Álvarez
Ursula Ruiz Vda. de Tume
Graciela Agurto Vda. de M.
Marina Antón Vda. de Paiva
Carítina Chunga Ayala
Ramos Chunga Ayala
Fausta Pazo Antón
Mercedes Alvarado Antón
Teodora Ruiz de Loro
Guadalupe Curo Álvarez
Daniel García Ayala
Gabriel Chunga Paiva
Baltazar Ayala Martínez
Baltazar Loro Zeta
Felipe Ruiz
Justa Curo Álvarez
Leonardo Antón Rumiche
Asunción Tume Ayala
Carmen Loro Zeta
Veneda Purizaca Rumiche

Como se darán cuenta, son muchos; inclusive algunos ya no residen en Bernal, pero son ejemplo de grandeza y quieren a este pueblo; de ello debemos sentirnos orgullosos: por ejemplo doña Asunción Tume fue madre del ilustre Leoncio Amaya Tume; dona Mercedes Alvarado fue esposa de un hombre que combatió defendiendo nuestra patria.

Nuestro homenaje merecido a ustedes “queridos viejos”. Hoy y siempre nuestro recuerdo les pertenece.


LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ

Jorge L. Tume Quiroga


Es triste volver al pueblo y encontrar distintas las cosas. Es difícil reencontrarse con el pueblo un tanto diferente al que fue antes. Quisiera que algunos aspectos se queden para siempre. Claro que algunas cosas se fueron con la llegada de la modernización, pero otras por el simple hecho de negarnos a mantenerlas.

Cómo olvidar los grandes y frondosos eucaliptos del parque Miguel Grau, donde muchos nos cobijamos bajo su sombra para jugar, descansar, conversar o simplemente evocar recuerdos. Cómo olvidar los grandes médanos donde cazábamos lagartijas o íbamos a recoger tierra blanca y limpia para que nuestra abuela prepare la cancha tostada en arena y que, hoy, sufren el avance de la urbanidad que ya los está poblando. Como olvidar las noches bernalenses sin luz eléctrica, aquellas noches que nos permitían contemplar con facilidad la luna y las estrellas y que hoy ni siquiera se toman en cuenta; las calles polvorientas donde no pasaba ni un carro y era usada para jugar; a los abuelos que sembraban en luna llena.

Tampoco están ya nuestros lugareños que, hace poco, partieron al más allá y que nos dejaron un vacío difícil de llenar. Como olvidar a Don Paulino Ayala Jacinto que nos alegraba las madrugadas con un rico olor a pan caliente; como olvidar a Don Agustín Ayala Galán a quien muchos recordamos con su uniforme de Municipal y quien fue primer capitán del Atlético Alianza, por ello lo de “Capitán Chichas”; como olvidar a Don Román Carhuatocto y su amor por su Alfonso Ugarte; a Don Agustín Chunga Chapilliquén que nos alegraba con su baile del “Gigante” y sentía amor por los huaynos y la limpieza de su pueblo; a don Isabel Morales Ayala, experto bailarín de “negro escobero” en los Garibaldis; a Doña Rubí Loro, la noble y servicial secretaria; a doña Severiana Curo que nos traía las flores multicolores; a Mario Chunga Castro, aquel amigo de la bicicleta y de la eterna sonrisa; a Antero Tume y sus acertados comentarios por la emisora; a “Chinto”, “Tofo” y todos los pescadores que se fueron; a Julia que nos alegraba las tardes de juegos populares; a doña Bernardina Ayala quien decía que tenía su chacra en Borón y que allí había una bola de oro encantada; a doña Aldina Correa que fue la primera emprendedora comerciante de ropa; a doña Albertina Reyes, abuelita del actual Alcalde; a don Juan Ayala Ruiz y sus inolvidables bromas; a don Pablo Curo, ex regidor, que nos despertaba a las 3 de la mañana con el claxon de sus vehículos; a doña Gregoria Margarita Chunga Ayala, mujer muy bondadosa que me invitó a desayunar y almorzar muchas veces; a doña Delfina Bancayán, experta cocinera en las fiestas y misas de mi pueblo, de quien se decía, le gustaba mucho el cine; a don Serafín Chafloque, rezador infaltable; a don Andrés Curo Nunura, que hacía los cordones para los muertos; a don “Leopol”, como yo le llamaba a don Leopoldo Calderón, que sobrevivió a una guerra con Ecuador, habiéndosele incrustado una bala en la cabeza; a don Valentín Chero Ruiz, que tanto nos alegró con sus bailes de “mariquía” y era quien nos hacía los “faroles”; doña Amalia Flores, viejecita que no se rindió y hasta el final visitó su “médano”; a doña Amalia Antón, de quien escuché decir que tenía cientos de ahijados; a doña María Paiva, que trajo al mundo a cientos de bernalenses con su noble oficio de partera; y muchos más que se me escapan de las manos y la mente en estos momentos.

En fin, como olvidar lo que el viento se llevó. Siento nostalgia y espero que ustedes también guarden, en su corazón, estos preciados recuerdos, como una muestra del pasado añorado.

Un fuerte abrazo a la distancia para los que se fueron y que desde arriba también celebran, con nosotros, nuestro aniversario.

ROL DE LA JUVENTUD UNIVERSITARIA


Ana Cánova Loro


Me pidieron que escriba sobre el tema, y podría escribir muchas cosas sobre los jóvenes universitarios en el Perú, destacando la labor de los estudiantes de la UNI, Universidad de Puno, Universidad de Trujillo e incluso la de Chiclayo, que se lanzaron a las calles, no en busca de protagonismos, sino en rechazo a la corrupción organizada dentro de sus casas de estudio. El ver que los jóvenes levantan su voz para exigir cambios, significa que no están dispuestos a ser parte de una sociedad prostituida por quienes creen tener el poder.

Pero, como este boletín se publicará en mi pueblo, siento el deber de referirme a los jóvenes universitarios de Bernal. Contradictoriamente, al pretender escribir sobre esto, pienso en qué tanto podrían inspirarme los jóvenes universitarios bernalenses, si casi puedo contar con los dedos cuántos son y si al analizar lo que hacen por impulsar, con sus conocimientos, el desarrollo de Bernal, encuentro pocas actividades rescatables. Una realidad dura para un pueblo que espera mucho de nosotros.

Sin embargo, es una verdad mucho más crítica acercarse a los colegios que existen en nuestro Distrito y observar la realidad educativa en la que conviven los alumnos, dónde profesores realmente avocados a su labor son pocos y aquellos que pierden el tiempo abundan; nos preguntamos, ¿qué clase de jóvenes esperamos al culminar secundaria si, ni los profesores tienen ganas de enseñar, ni los alumnos de aprender o si sólo un pequeño grupo aspira a seguir estudios superiores?

¿Cuál es el rol de los jóvenes? Universitarios o no, debe movernos un espíritu de cambio y lucha; en nuestras almas debe vivir y fortalecerse la esperanza de obtener una sociedad justa, con oportunidades para todos y abanderarnos con valores de igualdad y solidaridad; pero sobre todo debe invadirnos un apetito insaciable por estudiar, aprender, “destacar” y que esos conocimientos nos impulsen a actuar, a no ser meros espectadores sino partícipes del cambio; cambio que debe empezar en nosotros mismos.

Alguna vez tratando de organizar una actividad juvenil me preguntaron si existían jóvenes en mi pueblo. Existimos, pero ¿por qué no tenemos logros concretos? ¿Acaso porque carecemos de capacidad de organización? Y si es así, ¿cómo explicamos la existencia de tantas “colleras” en los bailes populares, con jóvenes que son capaces de recaudar dinero para vestir la misma camiseta o para beber cerveza desenfrenadamente? Pues creo que no es la respuesta. Entonces, ¿por qué no vemos a jóvenes organizados en actividades culturales, deportivas, educativas o de proyección social? ¿Será tal vez porque no sabemos a dónde vamos o porque carecemos de ideales? Y si es así ¿qué necesitamos para darnos cuenta de que Bernal nos necesita?

Este pueblo ha visto crecer a personajes que han destacado profesionalmente en el país; entonces cabe preguntarnos ¿qué hacen por nuestro pueblo ahora? Son de aquellos que sólo se les ve llegar en las grandes fiestas tradicionales o en las fiestas electorales aspirando a un cargo político; pues esos, en su mayoría ex universitarios, son los que Bernal no necesita.

Jóvenes bernalenses, universitarios o no, pongamos manos a la obra y trabajemos unidos en organizaciones saludables, dejemos de ser parte del resto y hagamos obras que hagan grande a nuestro pueblo.

BERNAL NOS ENSEÑÓ A LUCHAR


Luz María Tume Quiroga

Cuando afirmamos que lo que caracteriza al poblador bernalense, entre otras virtudes, es la de ser luchador, no nos equivocamos. Y no sólo me refiero a aquellos que, dentro de nuestra tierra, se las ingenian para sobresalir de las dificultades, sino también a los que estando fuera, y viendo tanta injusticia y corrupción, no dudan en dar lo mejor de si para que la justicia se imponga y favorezca a las mayorías.

Les voy a citar un caso que estoy viviendo en carne propia. Como hija de Bernal me siento orgullosa de estar participando en la lucha de la Universidad Nacional de Trujillo, junto a mi padre y mi hermano. Y que en estos últimos años, la Universidad, ha sido manejada por sujetos que, en su afán de enriquecerse, han hecho de ella su mina de oro, sin importante el verdadero rol que debe jugar la Universidad en bien del desarrollo de nuestro pueblo empodrecido. Cansados de esto los estudiantes hemos tomado por la fuerza los ambientes de la Universidad. Se había recurrido a todas las autoridades locales y nacionales. Nada. Ya la Contraloría había ordenado a la Procuraduría que denuncie al Rector graves delitos detectados. Nada. Mientras tanto el Rector, utilizando el dinero de la Universidad calumniaba a través de los medios de comunicación y contrataba matones, habiéndole - en el intento de retoma - disparado y malogrado un ojo, de por vida, a uno de nuestros valerosos compañeros estudiantes. Es por eso que nos convencimos de una razón, que hemos gritado en nuestras marchas: ¡La historia nos demuestra… sin luchas no hay victorias!

Me atreví a escribir sobre este problema porque, los bernaleños que residimos en esta ciudad, no hemos dudado un solo instante en dar nuestras mejores energías para derrotar a la corrupción, no sólo levantando nuestra voz de protesta, sino también dando propuestas viables a su solución. Incluso, en un periódico de Trujillo, aparece un artículo de mi papá, donde se menciona el glorioso nombre de nuestro pueblo: Bernal. Y es, que hay que reconocerlo, todo bernaleño tiene el suficiente coraje y capacidad para dar la cara frente a cualquier abuso o injusticia. Sinceramente pienso que donde haya un bernaleño formando parte de cualquier institución hará el mejor esfuerzo por sacarla adelante. Estoy convencida también que los jóvenes debemos participar en aquello que nos enrumbará a un mejor destino; si vemos que algo no funciona o no favorece al pueblo, actuemos para remediarlo. Recordemos pues, que la verdad siempre triunfará sobre la mentira y que al final de una justa lucha lograremos la victoria; victoria que nos engrandecerá y que permitirá mostrar a las generaciones venideras que sólo actuando por el bien de los demás seremos verdaderos seres humanos, orgullosos de ser bernalenses, puesto que enaltecemos su nombre.

EDUCACIÓN TAREA DE TODOS


Prof. Enrique Fiestas Fiestas


Bernal Tierra noble y generosa no escapa a la triste realidad del país; los resultados que nos ubican en el último lugar en Educación, en América Latina, debe llevarnos a la reflexión, a la toma de decisiones y a la realización de acciones inmediatas.

El gobierno considera indispensable el mejoramiento de la calidad de la educación peruana como la vía maestra para alcanzar nuestro desarrollo. ¿Cuántas veces leímos o escuchamos la frase “La educación es tarea de todos” y, además, cuántas la practicamos? Parece que algunos somos indiferentes y no entendemos que también somos actores o entes que debemos contribuir a ese desarrollo.

Por tal razón desde estas líneas quiero hacer un llamado a todos los sujetos que estamos comprometidos con esta tarea: ACTUEMOS.

- Profesores y profesoras, orientar nuestra labor respaldada por una auténtica vocación de servicio y práctica de valores.
- Alumnos y alumnas, que asuman con responsabilidad su rol de estudiantes, con proyectos de vida trazados, entendiendo además, que no son el futuro, sino el presente de su pueblo y su patria.
- Padres y madres de familia cumplidores en su rol de ser los primeros educadores de la familia.
- Instituciones y autoridades comprometidas en su labor social de atender prioritariamente las necesidades educacionales de su jurisdicción.

Es preciso entender ahora que la calidad de la educación no sólo se juega en el aula, sino también fuera de ella; aprovechando adecuadamente cada oportunidad que permita la formación integral de cada ser humano. Aún con nuestras limitaciones, debemos propiciar espacios que permitan el desarrollo de capacidades, habilidades y talentos.

Entendamos pues que la educación es función esencial de la familia, comunidad y el Estado, pero que nos compromete a todos a asumir concertadamente acciones, para juntos lograr revertir la situación en la que nos encontramos y construir el desarrollo local que buscamos.


ANÉCDOTAS BERNALENSES


Un balde... un balde con agua


Don Julio Pingo estaba en el club Atlético Alianza, cuando ya estaba delicado de salud. Era un 28 de julio y se iban a bendecir los servicios higiénicos que dejaba, como recuerdo, el finado Antero.

Como don Julio estaba con diabetes, su problema principal era la diarrea. Sabiendo esto, don Claudio Loro, puso a don Manuel Chulle (Pellao) para que cuide los baños y no los ensucie Julio Pingo.

A don Julio lo ganaba el “apuro” pero no podía salir porque no iba a poder llegar a su casa. En ese momento se escucharon las notas de la banda de músicos, que se acercaba acompañando a las autoridades. Esto es aprovechado muy bien por don Julio que le dice a don Pellao “anda cholo, ve por donde vienen esos cojudos” (se refería a las autoridades).

Sale don Pellao a mirar por dónde venían las autoridades. En esos momentos se acordó de su tarea encomendada y regresó al lugar que le habían encomendado. Mientras tanto, don Julio, estaba donde lo había dejado don Pellao; éste no se confió y se fue directo al baño. En ese momento descarga el grito: “un balde, un balde, busquen un balde con agua” y corría como un loco. Las autoridades ya ingresaban al club.

Don Claudio muy sorprendido le dice: - ¿qué tienes hombre? Cállate que ya están los invitados aquí -; Don Pellao afligido respondió desesperado “un balde, un balde”. - Pero, ¿qué tienes hombre? -, volvió a preguntar don Claudio.

- Ya se fue a cagar este mil pucta, será la fatalidad, ahora como lo hacemos - respondió.

Don Julio le dice - límpialo cojudo… aunque sea con tu camisa, apúrate que ya va a ser a la bendición -.

Todos los socios reían con disimulo, mientras don Pellao, - que estaba temeroso, por si se vayan a dar cuenta que los baños ya habían sido ensuciados antes de bendecirse – terminó diciendo: mil pucta, serás la fatalidad que te vienes a cagar. ¡Qué fin irán a tener esos baños!


Me sale casi ahí


Antes de casarse, Justo Fidel, era un asiduo concurrente a “la casa de las mujeres malas”. Eran tantas las veces que ya preocupaba, sobretodo porque gastaba mucho dinero. Era urgente que saque su esposa.

Al tiempo, Justo Fidel, resulta con mujer, para alegría de sus amigos y familiares.

Sus amigos, un día, lo encuentran y muy contentos le dicen: - Ya ves Justo Fidel, está bien que ya tengas tu mujercita. Ahora ya no gastas mucha plata como antes -. A lo que Justo Fidel, un poco inocente, respondió:

- No hombre… me sale casi ahí.

Así era mi cholo


Nace la hijita de Miro y llega doña Alejandrina Bancayán a visitar a su nieta Gloria. Le pregunta: ¿Hijita como está la ñañita?

- Está bien abuela, sólo que de noche no me deja dormir. Sólo para llorando porque de día duerme – respondió Gloria.

Doña Aleja, muy preocupada la aconsejó:

- No hijita, no la acostumbres, porque así eran mis cholos. Yo por quererlos los dejaba y ya ves les hice un mal… pobre mi cholo Avelino se quedó dormilón.



CORTITOS… PERO BUENOS


BERNAL tiene:

- El único pastor de ovejas, en el mundo, que anda delante de su rebaño: Pánfilo.
- El mejor payaso del mundo: “Chicha Fuerte”.
- El único ser humano que se entera de todo, sin salir de su casa: Manolo Mendoza.
- Los únicos hombres que viven sonriendo, así hayan desgracias: “Los Cheritos” y “Don Magua”
- El único hombre que cambia de oficio de acuerdo a la época del año (panadero, agricultor, futbolista y albañil): Juan Ayala “el gato”.
- El único que camina descalzo por el ardiente “médano” y las espinas, sin sufrir ningún rasguño: José Temoche Martínez.
- Las únicas personas que se alegran cuando hay un sepelio: Remigio y Gonzalín.
- El hombre más desdichado para sus negocios; pues, según él, en todos sus bailes pierde: Giovani.
- El único hombre que así jure y rejure, nadie le cree: Domingo Curo “Pukuna”.
- El único mototaxista en el Perú, que toda la vida, y en todas sus vueltas, anda el mismo pasajero: Will Paiva.
- El único hombre que toda la vida anda “cargao su ñaña”: Pancho Mudo.